martes, 7 de agosto de 2007

Homosexualismo

La homosexualidad es una orientación sexual y se define como la interacción sexual y/o atracción romántica hacia individuos del mismo sexo[1]. Etimológicamente, la palabra homosexual es un híbrido del griego homo (que significa igual y que a veces se confunde con el significado latino, hombre) y el latín, sugiriendo una relación sexual y sentimental entre personas del mismo sexo, incluyendo así el lesbianismo[2]. El término gay suele emplearse para referirse a los hombres homosexuales, y el término lesbiana para referirse a las mujeres. Desde hace décadas la comunidad científica internacional considera que la homosexualidad no es una enfermedad.
El término homosexual fue empleado por primera vez en 1869 por Karl-Maria Kertbeny[3][4], y el libro Psychopathia Sexualis de Richard Freiherr von Krafft-Ebing popularizó el concepto en 1886[4].
Desde entonces, la homosexualidad se ha convertido en objeto de intenso estudio y debate. Inicialmente se catalogó como una enfermedad o patología que había que curar, pero actualmente se entiende como parte integral necesaria para comprender la biología, psicología, política, genética, historia y variaciones culturales de las identidades y prácticas sexuales de los seres humanos. La situación legal y social de la gente que se autodenomina como homosexual varía mucho de un país a otro y frecuentemente es objeto de polémicas।

Definiciones

El sustantivo gay se refiere a personas homosexuales de ambos sexos, aunque generalmente se usa hablando de un hombre homosexual. Conceptos relacionados a la homosexualidad que no deben confundirse son el transformismo, el travesti y el transexual, ya que no es lo mismo una persona homosexual (atraída por su mismo sexo), que una persona que no se siente identificada con su sexo biológico (transexual).
La homosexualidad femenina se llama también lesbianismo o lesbianidad (calidad de lesbiana). El adjetivo correpondiente es lésbico. Este término hace referencia a la isla de Lesbos en Grecia y a la poetisa Safo, por sus poemas apasionados (dedicados a sus amigas) y la vida rodeada de otras mujeres, lo cual le valió la reputación de homosexual.
La terminación "ismo" se ve a veces como peyorativa, tal como sucede con la palabra "homosexualismo". En este último estaba implícita (las palabras terminadas en - ismo indican "partidario de...") la idea de que la organización comunitaria de los homosexuales tendía a la promoción de sus conductas; al irse apartando la sociedad de la creencia de que la homosexualidad es voluntaria, se fue imponiendo homosexualidad [5].
Varios estudios han demostrado que la homosexualidad ha existido desde el principio de la humanidad, en todas las razas, en ambos sexos, en cualquier nivel social. La homosexualidad se ha confirmado en muchas especies animales incluyendo los primates superiores.
Aunque hoy se emplea de forma generalizada, es oportuno reseñar que la existencia de la categoría homosexual en sí misma, aplicada a personas, es objeto de contestación desde diferentes puntos ideológicos. Las corrientes integristas niegan la existencia de personas homosexuales pero admiten la de prácticas homosexuales; otras niegan que la orientación sexual de una persona la defina en modo alguno.
La palabra "homosexualidad" fue creada en 1869 por Karl Maria Kertbeny en un panfleto anónimo apoyando la revocación de las leyes contra la "sodomía" en Prusia. Fue incluida en Psychopathia Sexualis (1886), un estudio de Richard von Krafft-Ebing acerca de lo que en esa época se consideraba como desviaciones sexuales.

Estudio académico de la homosexualidad:
No se conocen las causas de la orientación sexual de una persona. Aunque algunas teorías apuntan a que es innata, no se conoce con exactitud el papel que juegan la herencia genética (investigada por Simon Le Vay, entre otros), las experiencias durante el crecimiento, la relación con los padres, etc. .
Algunos estudios científicos, realizados por el Dr. Alfred C. Kinsey,[6] constataron que, analizados tanto comportamiento como identidad, la mayor parte de la población parece tener por lo menos alguna tendencia bisexual (atracción hacia personas tanto de uno como de otro sexo), aunque ordinariamente se prefiere un sexo u otro. Kinsey y sus estudiantes consideraron que sólo una minoría (del 5 al 10%) es completamente heterosexual o completamente homosexual. Y similarmente, sólo una minoría aun más pequeña puede considerarse completamente bisexual. Estudios ulteriores han querido demostrar que el informe de Kinsey había exagerado la prevalencia de la bisexualidad en la población; pero todavía su idea goza de una gran aceptación.
Algunos pensadores en los estudios de género, siendo el más famoso el filósofo francés Michel Foucault (aunque algunos hayan argumentado que sus ideas en este tema hayan sufrido distorsión) atacan la idea de que identidades sexuales como homosexualidad, heterosexual o bisexualidad tengan cualquier existencia objetiva. Dicen, en su lugar, que son construcciones sociales. Este punto de vista teórico se llama Teoría Queer. Un argumento frecuente es que la homosexualidad premoderna era diferente de la homosexualidad moderna, siendo estructurada por edad, sexo o clase en vez de igualitaria. Los críticos contestan que, aunque la homosexualidad de épocas distintas haya tenido rasgos distintos, el fenómeno básico ha existido siempre y no es una creación de la sociedad actual.
Una de las últimas teorías propuestas para la homosexualidad se basa en la llamada selección social. Propuesta por la profesora de biología de la Universidad de Stanford Joan Roughgarden, [7] la teoría se enfrenta a la selección sexual de Darwin. Básicamente niega la reducción de la diversidad sexual a dos sexos, uno masculino y agresivo y otro femenino y cohibido. Con numerosos ejemplos del reino animal y de culturas distintas de la occidental, muestra que la naturaleza y las diferentes sociedades ofrecen soluciones sorprendentes a la sexualidad: peces con varios tipos diferentes de machos o cuyos componentes cambian de sexo en caso de necesidad; mamíferos que tienen a la vez órganos reproductores masculinos y femeninos, etc. En el caso de la biología humana, afirma que la existencia de homosexuales, transexuales y hermafroditas no es más una variación natural que se integra perfectamente en la diversidad mostrada por los demás animales. La expresión social de esta diversidad se encontraría en sociedades como la de los indios norteamericanos, con sus dos espíritus, los mahu polinésicos, los hirja indios o los eunucos, que identifica con personas transgénero.

Homosexualidad en la población:
Las personas que generalmente tienen una orientación heterosexual pueden sentir deseos leves u ocasionales hacia personas del mismo sexo. Del mismo modo, que aquellos que generalmente tienen una orientación homosexual, pueden sentir deseos leves u ocasionales hacia personas del sexo opuesto.
Hay personas con orientación homosexual, que en condiciones de intolerancia y violencia o de difícil acceso a otras personas del mismo sexo, mantienen relaciones heterosexuales. La represión, la homofobia y las opiniones de muchas religiones, entre ellas la católica, obliga a los homosexuales a esconder su orientación fingiendo ante la sociedad tener una orientación heterosexual, lo que en inglés se llama estar “in the closet” (‘en el armario’). En la actualidad, hay personas con orientación homosexual que están 'saliendo del armario' o 'han salido del armario', lo que se aplicaría a las personas que dejan de fingir o reprimir su orientación sexual.
La actividad sexual con una persona del mismo sexo no se considera necesariamente homosexualidad como orientación sexual, sino comportamiento homosexual. No todos los que desean a personas del mismo sexo se identifican como homosexuales o bisexuales. Algunos tienen relaciones sexuales a menudo con personas del mismo sexo pero son y se definen como heterosexuales. Es entonces importante distinguir entre comportamiento, deseo e identidad homosexual, los cuales no siempre coinciden. Por ejemplo, en algunos sitios segregados por sexo, puede aparecer relaciones homosexuales "situacionales", aunque el comportamiento sea heterosexual fuera de allí. Lo mismo puede ocurrir por razones económicas o ajenas a la voluntad.
El informe Kinsey reportó que el 37% de los varones estadounidenses admitían que habían experimentado un orgasmo por contacto con otro varón[8]. La mayor parte de los estudios al azar efectuados en Estados Unidos y en Europa Occidental estiman que alrededor del 8% de los hombres y las mujeres admiten haber tenido alguna experiencia homosexual, y que alrededor del 2% admiten su preferencia por experiencias exclusivamente homosexuales. El National Opinion Research Center ha reportado que aproximadamente el 0,7% de los hombres estadounidenses se consideran homosexuales.

Las organizaciones médicas y la homosexualidad:
El 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud (OMS) excluyó la homosexualidad del Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros Problemas de Salud[9]. Luego de que la Asociación Psiquiátrica Americana la desclasificara como trastorno en 1973 y la excluyera del manual de trastornos psicológicos (cuya edición actual es el DSM-IV)[9].
Hoy día, diversas organizaciones profesionales, entre ellas el Asociación Psicológica Americana, consideran que los intentos de modificación de la orientación sexual homoerótica sea una conducta profesionalmente ética[10], en tanto que ha tales intentos no han producido resultados clínicos satisfactorios, y en tanto que el concepto de funcionalidad conductual se ha desarrollado a favor de las personas frente al control social coercitivo.

Actitudes sociales hacia la homosexualidad

Muchos moralistas y diferentes grupos religiosos consideran que esta orientación es una desviación sexual y un pecado. La homosexualidad ha sido prohibida en muchos países y culturas, castigando la tendencia sexual en sí o algunas prácticas asociadas (como la penetración anal, bucal o la masturbación) aunque no sean exclusivas de los homosexuales. En muchas culturas la relación homosexual —aunque fuera consensual— llegó a considerarse un crimen.

ROLES
Existe un falso mito popular que dice que en las parejas homosexuales uno de los hombres adopta el rol de varón y el otro el rol de mujer. De esta manera el hombre más varonil sería activo (el que penetra analmente al otro y nunca es penetrado) mientras que el afeminado sería pasivo (que desea ser penetrado analmente de manera exclusiva). En realidad el coito anal es una práctica poco frecuente en las relaciones esporádicas, y la mayoría de las parejas homosexuales estables que practican sexo anal son "versátiles" o activos-pasivos (en el transcurso de una relación sexual pueden ser penetrados por el otro o penetrarlo).
Este mismo mito erróneo también se aplica a las mujeres: una de ellas tendría facciones, musculatura, actitud y ropas más masculinas, mientras que la otra sería más "femenina" (pasiva).

Manifestaciones históricas
Ya en la más temprana antigüedad se encuentran casos de homosexualidad bastante bien documentados.

En Grecia y Roma
El lugar del homosexual en la sociedad y la percepción de la homosexualidad cambia muchísimo entre las sociedades y las épocas. En la Grecia antigua, por ejemplo, fue considerado normal que un muchacho (entre la pubertad y el crecimiento de la barba) fuera el amante de un hombre mayor, el cual se ocupaba de la educación política, social, científica y moral del amado. Pero se consideraba más extraño que dos hombres adultos mantuviesen una relación amorosa (aunque se ve que era normal en la relación entre Aquiles y Patroclo, o en las parejas de soldados tebanos y hasta en la relación entre Alejandro Magno y Hefestión). La situación de la mujer, al contrario de lo que podría pensarse, era muy diferente y la homosexualidad femenina no estaba bien vista.
La máxima griega era, a este respecto, que la mujer era para la reproducción, pero el hombre para el placer. Se reconocía que era necesario preservar la estirpe, la especie, pero que solamente se podía encontrar placer en la relación íntima con otro hombre.
En la antigua Roma, que tenía un sistema similar, era normal que un hombre penetrara a un esclavo o a un joven, mientras que lo contrario era considerado una desgracia. De Julio César, el gran genio militar, creador del Imperio, se decía que era vir omnia mulieris et mulier omnia virorum, esto es, ‘el hombre de todas las mujeres y la mujer de todos los hombres’. Y aunque se decía que había perdido la virginidad con un rey (aludiendo a su estadía en Asia Menor como huésped de un rey), eso no fue motivo de menoscabo efectivo para él. Marco Antonio y Octavio (después conocido como Augusto César), tenían amantes masculinos.

Persecución nazi de los homosexuales

Durante la época nazi, se consideró a la homosexualidad una inferioridad y un defecto genético, por lo que se aplicó un artículo de una ley del código penal alemán de 1871. Se trataba del párrafo 175 que decía "Un acto sexual antinatural cometido entre personas de sexo masculino o de humanos con animales es punible con prisión. También se puede disponer la pérdida de sus derechos civiles".
Durante la República de Weimar -entre el final de la primera guerra mundial y el ascenso de Hitler- esta ley raramente fue puesta en práctica por lo que el Berlín de la década del 1920 era considerado un lugar de gran vida homosexual. Con la llegada del nazismo, los alemanes considerados homosexuales fueron apresados o internados en campos de concentración, donde muchos fueron asesinados. De acuerdo al historiador alemán Klaus Müller se calcula que aproximadamente 100.000 hombres fueron arrestados bajo el mencionado artículo penal entre 1933 y 1945. Aproximadamente la mitad fueron sentenciados a prisión; de ellos entre 15.000 y 10.000 fueron enviados a campos de concentración de los cuales sobrevivieron unos 4.000 al finalizar la guerra.
Los prisioneros considerados homosexuales dentro de los campos de concentración eran identificados con un triángulo invertido de color rosa. Aquellos homosexuales que además eran judíos eran obligados a usar una estrella de David cuyo triángulo invertido era rosa.
Este símbolo, en memoria del exterminio en los campos de concentración, es usado en la actualidad por asociaciones que luchan contra la discriminación por motivos de orientación sexual. Después de la guerra, el citado párrafo siguió siendo ley en ambas Alemanias hasta finales de la década de 1960. De ese modo algunos homosexuales que habían sobrevivido a los campos de concentración nazis fueron arrestados nuevamente bajo esa ley.
El parlamento alemán aprobó en 1998 una ley para anular sentencias injustas impuestas durante la administración de la justicia penal nazi. Dos grupos fueron excluidos de la anulación integral de las sentencias nazis injustas: los desertores del ejército y las personas homosexuales. De ese modo se les impedía a los sobrevivientes homosexuales los procedimientos destinados a limpiar su estigma legal y a percibir las compensaciones por las injusticias sufridas como sí ocurre con otras víctimas. En el año 2002 dicha ley fue modificada, incluyendo a lo homosexuales.
Los homosexuales se encontraban entre los grupos que fueron exterminados en el Holocausto nazi, aunque no hubo ningún esfuerzo sistemático de eliminar a todos los homosexuales (como sí se hizo en cambio con los judíos o los gitanos). A los homosexuales que fueron enviados a menudo a morir en los campos de concentración se les seleccionó a menudo para acoso, tortura y asesinato especial, tanto por los otros encarcelados como por los guardias.
La homosexualidad en Europa

Artículo principal: Homosexualidad en Europa
La homosexualidad no está penada en ningún país europeo, aunque dependiendo de las situaciones del desarrollo social, económico, político etc., en algunas regiones del continente existe mayor aceptación o discriminación.
A continuación veremos las diferencias entre la Europa Occidental y Oriental:

La homosexualidad en Europa occidental

En los últimos años, la homosexualidad en esta región tiene un alto grado de aceptación, aunque puede darse alguna discriminación aislada por parte de una minoría de conservadores, especialmente de grupos religiosos. El Parlamento Europeo y el Consejo de Europa han recomendado a todos los estados miembros la inclusión en su legislación de medidas antidiscriminatorias y de igualdad para todas las minorías, incluyendo las sexuales, medidas que ya están vigentes en la gran mayoría de Europa Occidental. Muchos países reconocen la unión civil como Andorra, Alemania, los países escandinavos, Francia, Dinamarca, Luxemburgo, Suiza y el Reino Unido, algunas regiones de Italia y Portugal tienen "registros de parejas", un grado de reconocimiento menor y Bélgica, España y los Países Bajos han equiparado a todos sus ciudadanos al admitir el matrimonio entre personas del mismo sexo con plena igualdad legal. En todos estos países se penaliza la la discriminación y el maltrato a las personas por tener una orientación sexual concreta.
En Austria, Irlanda y pequeños estados como Liechtenstein, Malta, Mónaco y San Marino la homosexualidad es legal, pero aún no existen leyes específicas. En Austria, la ministra de justicia Karin Gastinger ha demostrado estar a favor de la legalización de la unión civil, pero esta idea ha sido aplazada por el resto del gabinete demócrata cristiano, liderado por el canciller Wolfgang Schüssel. Es muy posible que Austria sea el próximo país europeo que conceda una amplia unión civil al modo de Alemania. En Irlanda se discute sobre ello, sin que haya de momento ningún proyecto concreto.

La homosexualidad en la Europa Oriental

En Europa Oriental, a diferencia de la mayoría de los países de la Unión Europea, la homofobia y la discriminación persisten, tanto en los Balcanes, incluyendo Grecia, como en los países bálticos; Estonia, Letonia y Lituania (miembros de la Unión Europea) y otros estados desgajados de la antigua Unión Sovietica, en la que durante el régimen comunista la homosexualidad fue condenada y perseguida. Desde 1933 hasta después de la desaparición de la U.R.S.S. los homosexuales fueron considerados criminales o enfermos. Aunque la homosexualidad ha sido despenalizada en Rusia y otros países, la situación está muy lejos de ser normal. En Rusia se ha propuesto claramente volver a la penalización de la homosexualidad, aunque esto no es probable por la pertenencia de Rusia al Consejo de Europa, pero la no penalización no impide la homofobia y la discriminación, muy evidentes en este país. (Véase esta página web).
En cambio en Croacia, Eslovenia, Hungría y la República Checa, la homofobia ha disminuido, debido a la pertenencia o la cercanía a la Unión Europea. En Croacia y Hungría se permite la unión civil y se sanciona la discriminación por orientación sexual. En la República Checa y Eslovenia la unión civil ya es legal.
Un caso especial es Rumania: a pesar de ser el único país europeo oriental que derribó con violencia un régimen comunista que penalizó durante muchos años la homosexualidad, su despenalización a regañadientes no evita la homofobia, que es fuerte y persistente, aunque también se atisba una lejana posibilidad de que se pueda reformar el código legal, para extender algunos derechos a las parejas del mismo sexo. Algo similar sucede en su vecina Bulgaria.
Definiciones

Céfiro y Jacinto
El sustantivo gay se refiere a personas homosexuales de ambos sexos, aunque generalmente se usa hablando de un hombre homosexual. Conceptos relacionados a la homosexualidad que no deben confundirse son el transformismo, el travesti y el transexual, ya que no es lo mismo una persona homosexual (atraída por su mismo sexo), que una persona que no se siente identificada con su sexo biológico (transexual).
La homosexualidad femenina se llama también lesbianismo o lesbianidad (calidad de lesbiana). El adjetivo correpondiente es lésbico. Este término hace referencia a la isla de Lesbos en Grecia y a la poetisa Safo, por sus poemas apasionados (dedicados a sus amigas) y la vida rodeada de otras mujeres, lo cual le valió la reputación de homosexual.
La terminación "ismo" se ve a veces como peyorativa, tal como sucede con la palabra "homosexualismo". En este último estaba implícita (las palabras terminadas en - ismo indican "partidario de...") la idea de que la organización comunitaria de los homosexuales tendía a la promoción de sus conductas; al irse apartando la sociedad de la creencia de que la homosexualidad es voluntaria, se fue imponiendo homosexualidad [5].
Varios estudios han demostrado que la homosexualidad ha existido desde el principio de la humanidad, en todas las razas, en ambos sexos, en cualquier nivel social. La homosexualidad se ha confirmado en muchas especies animales incluyendo los primates superiores.
Aunque hoy se emplea de forma generalizada, es oportuno reseñar que la existencia de la categoría homosexual en sí misma, aplicada a personas, es objeto de contestación desde diferentes puntos ideológicos. Las corrientes integristas niegan la existencia de personas homosexuales pero admiten la de prácticas homosexuales; otras niegan que la orientación sexual de una persona la defina en modo alguno.
La palabra "homosexualidad" fue creada en 1869 por Karl Maria Kertbeny en un panfleto anónimo apoyando la revocación de las leyes contra la "sodomía" en Prusia. Fue incluida en Psychopathia Sexualis (1886), un estudio de Richard von Krafft-Ebing acerca de lo que en esa época se consideraba como desviaciones sexuales.